"Caminaré entre la belleza todo el día.
Caminaré a través de las estaciones que regresan.
Poseeré de nuevo la belleza.
Bellos pájaros...
Bellos y alegres pájaros...
Caminaré por el sendero marcado con polen.
Caminaré entre saltamontes.
Caminaré entre el rocío.
Caminaré contemplando la belleza ante mí.
Caminaré dejando la belleza a mi espalda.
Caminaré rodeado por la belleza.
De viejo, caminaré por un sendero de belleza;
lo recorreré con alegría.
De viejo, caminaré por un sendero de belleza;
caminaré con fuerzas renovadas.
Todo termina en belleza.
Todo termina en belleza.
Navajo "Sendero nocturno"
"Los ritmos que cuentan (los de la vida y los del espíritu) son los que danzan y fluyen en la vida misma: el movimiento durante la gestación desde la concepción hasta el nacimiento, la diástole y sístole del corazón, la toma de cada bocanada de aire, la crecida y el retroceso de las mareas como respuesta a la atracción de la Luna y el Sol, la sucesión de las estaciones desde un equinoccio o un solsticio hasta el siguiente...
Estos ritmos, y no el eterno goteo de segundos registrado en los relojes, ni el calendario con su imposición de días, meses y años, son los que definen ese tiempo que es nuestra verdadera casa y morada, el tiempo en que habitamos hasta el fin de nuestros días. Si no somos conscientes de ellos, nos volvemos extraños a nosotros mismos. No se me ocurre mejor lugar para superar semejante alienación que un jardín"
Allen Lacy, "The Inviting Garden: Gardening for the Senses, Mind and Spirit"
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