Las estrellas siempre están ahí. Busca la tuya.

viernes, 28 de enero de 2011

El arco iris sobre el templo







No puedo ver a los hombres como hombres.

No puedo ver a los animales como animales.

No puedo entender que la Luna esté lejos; yo la siento cerca de mí.

No puedo describir como me siento cuando veo o escucho llover.

¿Es todo parte del Plan Divino, como dirían los religiosos?.


"Esa noche tuve otra vez un sueño especial. Soñé una vez más que Nechung estaba rodeado de césped con decenas de champiñones, a cual más hermoso de todos, en la pradera. Era muy pronto, por la mañana, y con la calma del amanecer, veía a los monjes de Drépung que venían de practicar el ritual de lhatsé. Entonces me vi escalando con facilidad el muro del templo para volver a encontrarme en el tejado. El espectáculo era maravilloso: un arco iris tocaba el templo en el que yo estaba y lo bañaba todo con la luz. Como en mi sueño anterior, recogía un gran número de champiñones para entregarlos como ofrenda. Me desperté con una sensación de profunda felicidad."

(Nechung, el oráculo del Dalai Lama)


Me "refugio" en leer a los pequeños grandes sabios. Busco, a veces, entender la Locura que me envuelve y que no se explicar.

Quizás no haya nada que entender.

Tan sólo dedicarse a recoger champiñones, y descubrir la Esencia de cada pequeña cosa, de cada pequeño fenómeno, de cada pequeña brisa.

...

Creo que aquella noche, en mitad de un cansancio extremo, cuando noté un puño que entraba por mi boca y que me extraía algo del estómago, no sé, quizá "me sacaron" más basura de la que estaba preparada para sacar.

En fin, no hay vuelta atrás.


"Diez largos años ha pasado

desde que soñé en volver a casa.

Ahora estoy solo, de pie entre los picos azulados,

a la orilla de un torrente turbio...

Tierra y cielo, inmensa quietud

después de la lluvia en la montaña.

Ah, ¿cuántas vidas de poda

antes de que el ciruelo empiece a florecer?

(Hsien Fang-tê)


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