Llevo una temporada donde todo es más fluido. Me siento mucho más en contacto con la atención al momento. Quizás no sea malo, ni bueno; pero mi mente me recuerda , cada vez más a menudo, que regrese al instante presente. Sea en donde sea, y haciendo lo que sea, vuelvo más fluidamente al presente. Al abrir la puerta con la llave, me quedo observando mi mano, su movimiento con la llave, la cerradura. No siento que sea una obligación que me hago a mi misma, sino que simplemente "regreso".
También noto que miro más mis pensamientos, en el momento que van apareciendo. Normalmente vienen experiencias o situaciones del pasado, y veo que mi mente empieza a divagar con cosas como lo que tenía que haber hecho, dicho, etc. Creo que me doy cuenta más pronto, de toda esa cháchara mental. Y sí, entonces hago el esfuerzo de volver aquí, ahora.
Me digo: "este momento es el único que existe, es lo único que importa."
Dicen, en algunas técnicas más o menos "meditativas" que lo mejor es dejar fluir el pensamiento, que de alguna manera se canse, pero a mi me sirve, el que , conscientemente, regrese a este instante.
Parece que, cuando no busco, aparece una atención más plena y durante más momentos en el día.
Aprovecho los momentos de mayor disfrute, cuando, por ejemplo, corro detrás de los perros, intentando coger el hueso de plástico con el que juegan. "Ahí " no hay pensamientos, tan sólo el momento presente, atenta completamente al movimiento de los animales. Me doy cuenta luego, cuando "vuelvo a pensar".
Un momento tras otro momento.
Me gusta sentir la vida expresándose a sí misma... :-)
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