Las estrellas siempre están ahí. Busca la tuya.

martes, 6 de marzo de 2012

SILENCIO LIBRE
Algunas personas parecen pensar que, para hacer silencio es preciso renunciar a alguna parcela de libertad. Por el contrario, solamente llegan al silencio los verdaderamente libres. Porque no vamos creando el silencio en la medida en que conseguimos amarrar los brazos de la vida, sino en la medida en que logramos soltar amarras. No cortando sin más todo lo que parezca un lazo. Sino concentrando la atención en aquello que nos interesa y desatando todo lo que no concurre para llegar a nuestra meta.
Como en la historia del campanero, contada por Chuang-Tzu. Había en la Antigua China una campana de madera que llamaba la atención de todo el mundo. Muchedumbres venían de muy lejos para contemplar la campana y su construcción, obra de un maestro. ¿Cuál era el secreto? El ayuno -el silencio­ vivido por el hombre que la hizo. Cuando le encargaron la obra comenzó a concentrar su pensamiento solamente en la campana que debía hacer. Fue cortando paulatinamente con todo lo que no era la campana. Cuando llegó a la concentración perfecta, apenas salió al bosque descubrió el árbol en el cual la campana estaba contenida. Toda su arte consistió en liberarla de la madera. Pero la obra maestra había nacido cuando él consiguió liberar la campana dentro de sí mismo.

(Introducción a la contemplación, www.franciscanos.net )

No hay comentarios:

Publicar un comentario