Las estrellas siempre están ahí. Busca la tuya.

miércoles, 29 de febrero de 2012

!Con el viento en el rostro, agitando el alma!

Demasiadas reglas en la vida.
Demasiados maestros en la vida.
Demasiados caminos por seguir.
Unos te dicen: ¡Sé tu mismo!
Otros te dice: ¡Busca tu misión en la vida!
Aquellos: ¡Despierta!
Todos te muestras reglas.
Todos con buenas intenciones.
Todos para que lo logres.
Lograr...¿Qué?
En la vida...¡Aprende!....Te rezan los educadores.
En la vida...¡Prospera!...Te sentencian los sabios.
En la vida...¡Despierta!...Te llaman los entendidos.
Pero al final....atrapado....Atrapado....
ATRAPADO.
Mejor, correr como el viento
.Mejor, dejarse llevar.
Mejor, rendirse.
O si...no.....solo SER.
No mas semáforos....
No.No mas mapas...
No.No mas etiquetas...
No.Solo vivir.
No mas aprendizaje.
No mas búsqueda.
No mas misiones.
Solo vivir.....
Cómo ella venga....
Como el viento en el rostro.Mejor rendirse.

"El "no" habitual y reactivo fortalece el ego.
El "si" lo debilita.
Tu identidad en la forma, el ego, no puede sobrevivir a la rendición" (1)

Atentamente Erick Bojorque

(1) ECKHART TOLLE. El Silencio Habla.
Aquí y ahora sólo existe esto, algo tan completo que es imposible de mejorar. Lo que buscabas siempre ha estado frente a ti… aunque ciertamente no tuviese el aspecto que esperabas.Todas éstas, como ves, son buenas noticias. Como dijo Jesús, “Uno tiene que perder su vida para salvarla”. Lo único que queda cuando el buscador se desvanece es el amor.Da la bienvenida, si estás abierto y dispuesto a escuchar y a soltar, a esta “revolución silenciosa de la espiritualidad”.

Jeff Foster
En este instante que cuento con un rato libre, cumplidos mis compromisos por los momentos, me decido entre intentar un rato de meditación profunda, o dedicarme a escribir ésto, y opto por plasmar las reflexiones que surgen sobre las ideas en las que intento siempre ocupar mis pensamientos. La ventaja de optar por lo segundo es que mientras escribo puedo, simultaneamente, respirar lenta, rítmica y profundamente, y atender a relajar las tensiones casi imperceptibles del rostro, frente, cuello, nuca y todo el cuerpo; lo que genera el reconocimiento y percepción del campo vibratorio del Ser.
Publicado por Oswaldo Salvat

domingo, 26 de febrero de 2012

¿Vivimos un eterno presente? ¿Sólo existe este instante? ¿Podemos dejar de preocuparnos por el pasado y por el futuro? Por Claudio María Domínguez. El mundo se alimenta del pasado y del futuro. Necesita, literalmente para vivir al pasado, para tener una base de información sobre la cual proyectarse a lo que por inferencia, especulación o miedo, cree que va a suceder en el futuro, y basa todo su andamiaje en el tiempo. El tiempo lo sustenta y el mundo se alimenta del tiempo. Si al mundo, que es lo mismo que decir la mente colectiva, le quitáramos el tiempo, colapsaría, se desplomaría automáticamente. Imaginen una película que está siendo proyectada, cuyo aparato proyector se detiene, ¿Qué sucede? La imagen en la pantalla se paraliza, podría durar los instantes en que la electricidad la mantuviese visible, pero como esa electricidad también es parte del mundo y necesita un tiempo y una distancia para trasladarse, también cesaría y todo lo que estábamos viendo dejaría de existir. Sin embargo, nosotros sí estamos, sí existimos, somos, aunque la proyección externa termine. ¿Cómo sabemos que estamos todavía nosotros? Porque en cada respiración vamos más y más profundamente a la fuente de todo poder. Esa fuente creadora de lo que parecía tan real en la pantalla. ¿Qué hacemos entonces? Podemos crear nuevamente el mundo. Solo que ahora lo hacemos desde la comprensión de la verdad de la cual no éramos concientes, ya no repetimos formulas creadas en un bajo nivel de conciencia. Somos creadores en un nivel de conciencia superior. Todos los mundos están siendo creados y destruidos en este instante. Creados y destruidos sin interrupción. La creación no termina, es expansión perfecta. Los conceptos de tiempo y distancia son limitaciones mentales nacidos de laboratorios igualmente mentales para ordenar pensamientos limitantes que no captan la conciencia creadora en su plenitud. ¿Qué haría la mente si supiera que ya no tiene tiempo? ¿Qué harías tú ya mismo si supieras que no te queda más tiempo? Ningún tiempo posible. ¿Qué harías? Ni siquiera puedes pensarlo porque no hay tiempo ni para pensar. Lo único que podríamos hacer es SER. Ser lo que somos, ese ser que ha estado cubierto, velado por el tiempo. Por un pasado que lo marcó y por un futuro que lo perturba y atrapa. Ese ser, de golpe está libre de pasado y futuro, entonces solo puede ser lo que es en este instante. Ya no responde a nada fuera de si, solo es responsable de si mismo, vive su único estado posible. Éste. Ya. Eso es lo que somos y eso es lo que el mundo no quiere que seamos, porque si despertamos, el mundo pierde todo control, pierde todo poder. ¿Cómo puede el mundo controlar a una persona que sabe que es libre, que ya sabe que no hay nada que puede o no, sucederle en el futuro, porque todo futuro depende del ser en estado presente? Un ser que expresa su capacidad, su libertad, desconoce, todos los atributos de las limitaciones sobre las que se basa la sociedad. Como no responde al tiempo, se quita automáticamente toda información del pasado, es decir el sufrimiento acumulado que nos convierte en peones patéticos de un partido de ajedrez que ya esta perdido de antemano. Un ser que despierta, que se recrea, que solo usa la mente para recordarse a si mismo en su estado puro, verdadero, libre, trascendente, ya no tiene mas miedo al futuro ni dudas respecto a él, ni siquiera deseos de ser feliz porque ya lo es en este instante, no tiene nada que lograr porque ya lo es todo, no tiene nada ni nadie de quien esconderse, porque no ve nada ni nadie separado de sí o en conflicto con el momento presente. Un ser así, no se identifica con su cuerpo y lo recrea mientras lo está utilizando en el momento actual. Y por sobre todo no le tiene miedo a la muerte, porque sabe que no puede morir. Un ser así llega a un estado tan sublime, tan real, que solo vive y genera vida en cualquier plano y situación en la que se exprese y manifieste. Un ser así es lo que tu eres.
Este mensaje es para ti, que has llegado hasta la situación del sufrimiento, y has tomado la decisión de no aceptar mas dolor. Quieres hallar felicidad, pero te asemejas al hombre que "cree haber perdido su caballo, se pasa toda la vida buscándolo, y al final descubre que siempre estuvo montado en el" (chuang Tzu).
Estas habituado a tener la atención dirigida hacia afuera, para percibir con la mente todo aquello que es exterior a ti. Dejas que la mente interprete cuál es el mundo real. Permites que designe lo que tu eres, según la comparación con las fachadas que fabrican los demás. Es ella quien decide si eres pobre o rico, bonita o fea, bueno o malo, poderoso o miserable, talentoso o bruto. Y luego pasas la vida anhelando ser aquello que no eres, tener aquello que no posees y sufres enormemente porque no puedes alcanzarlo.
Cuando construyes tu realidad con la mente, el pensamiento siempre está en movimiento. Viajas al pasado a recorrer una y otra vez aquellos eventos traumáticos donde te quedaste atascado. Repasas el dolor y dramatizas diálogos interminables de lo que podrías haber hecho y lo que deberías haber dicho. En este proceso pierdes tu salud, tu alegría, y el mundo parece gris y desabrido.
La mente no sabe vivir el tiempo presente, porque está demasiado ocupada para percibirlo. Si no está rebuscando en los archivos del dolor, estará planeando el futuro dentro de los parámetros de lo que ya has vivido. Ella no tiene posibilidades de aceptar algo diferente a lo que ya conoce, ni tampoco consigue manipular lo que vendrá para complacer tus deseos y apetencias. Los pensamientos proyectados al futuro te paralizaran de miedo, porque se enfrentan con la incertidumbre. Y el miedo es tu peor consejero, recuérdalo. Si lo aceptas como huésped te atraerá precisamente aquello que mas temes.
Cuando tomas la determinación de ser feliz, solo hay un cambio que debes hacer para lograrlo. Usa tu facultad de atención, y dirígela hacia adentro. Lo primero que trascenderás será el concepto del tiempo. Te darás cuenta de que el pasado no existe ya y que, para ser libre, debes diluirlo. Que el futuro se sale de tus manos, pues su único elemento fijo es la inseguridad. Es así porque la eficacia de tu aprendizaje depende ampliamente del hecho de enfrentarte con aquello que ignoras.
Solo puedes ser feliz en el “aqui y el ahora”, que es lo único que es tuyo. Ese “aqui y ahora” tienes que vivirlo, no con la mente y sus juicios interminables, sino con la conciencia de tu cuerpo físico y su inteligencia celular. Esto lo consigues si cultivas la atención enfocada hacia tu interior. Desde allí se te revelara un universo nuevo, espiritual y perfecto.
El “aqui y el ahora” te permite disfrutar del regalo que son tus sentidos, el olfato, la vista, el tacto, el gusto y el oído, que están ahí para realzar la vivencia de las maravillas que te rodean. Cuando la mente interfiera para sabotear tu percepción, vuelve inmediatamente tu atención hacia el cuerpo. Hay dos formas eficientes de lograrlo: puedes hacer conciente tu respiración, o conectarte con los latidos del corazón, tomándote el pulso.
Permite que el pasado se disipe con el convencimiento de que siempre hiciste lo mejor que pudiste. El futuro dejara de amenazarte si sabes que siempre estas bajo el cuidado de la provisión divina, que es perfecta. Tu perteneces ahora a la eternidad, que equivale al enfoque conciente en el “aqui y el ahora”. Este es el secreto de un hombre, que al acercarse el final de su vida sabe morir, simplemente porque ha sabido vivir.
Sólo entendemos el "Milagro de la vida" cuando dejamos que suceda lo inesperado.
(Daniel Heber)
Conocer lo más propio, la propia esencia, es «serla», situarse en ella, vivir desde ella, y ese conocimiento tiene lugar en la medida en que las formas del yo individual y social se reconocen como lo que son, ropajes y decorados; en la medida en que deja de confundirse la «vida» con la «actuación en escena». Por ello el conocimiento es des-sujeción, es desplazarse de la perspectiva del sujeto; y por ello se avanza en el conocer si se produce el desplazamiento que permite «reconocer». Des-sujeción: restarle protagonismo al actor, al sujeto, a fin de no agotar la vida en los reducidos límites de un guión determinado, repetido tarde tras tarde, día tras día, sin asombro posible. «Atreverse».
Teresa Guardans
La Verdad del Silencio

sábado, 25 de febrero de 2012

"Sigue dirigiendo suavemente tu atención hacia el momento presente, que es la puerta dorada de esta conciencia despierta. A medida que te haces más plenamente presente, ya no hay lugar para nada más, ni siquiera para el pequeño yo, con sus ansias y deseos constantes.
Imprégnate del momento presente, hasta que consigas anular los pensamientos neuróticos. El pequeño yo se reducirá natural y fácilmente y será sustituido por un sentimiento de conexión."
"El estado consciente no supone un desprendimiento del yo. Todos necesitamos un ego funcional para desenvolvernos en la vida, y la ausencia del mismo no conduce a una mayor sabiduría."
"Cuando tu atención se centra en el aquí y el ahora, pasado y futuro se desvanecen. Deben desaparecer porque...
Pasado y futuro existen sólo en la mente.
Piensa en ello. El pasado es un recuerdo.
El futuro obedece a la imaginación.
Sólo existe ahora mismo.
El despertar de la conciencia es un estado de ser en el que tú estás presente, despierto ante la historia que tus pensamientos te cuentan.
Al llevar tu conciencia hasta el presente, simplemente dejas de creer que el espontáneo sea permanente o real. Lo que queda es el escenario del despertar.
(Arthur Jeon)

jueves, 23 de febrero de 2012

Enfocar en el momento presente.

Tal vez te preguntas : Como aprendo a quererme? Que hago?Y te voy a responder que no hacer:- Cuando observes que la atención se va a todo lo externo y que empiezas a acelerarte, ansiosa, asustada, ahi para. Puedes ir hacia adentro y puedes sentir tu corazón.- Cuando veas que tu cabeza empieza a pasarse las películas de lo que dijiste, o hiciste, o no hiciste, o habría, o tendría …. PARA ALLÍ….. y lo mismo.

El tema es no perderte en lo que estas haciendo o lo que tu cabeza te esta diciendo: tu verdad es mucho mas profunda y esta dentro tuyo. Hay que empezar a ejercitar ese músculo de la atención interna, y de ese modo lo comienzas a sentir.

Estamos acostumbrados a escuchar lo que la mente dice todo el tiempo, como si esa fuera nuestra brújula, y la seguimos. Siempre esta llevándonos del pasado al futuro, recordando algún evento desafortunado, con temor, e intentando prevenir que aquello vuelva a suceder. Y nuestra atención va en esa dirección. Tenemos que encontrar un punto medio donde estemos presentes, en el momento presente, y actuemos desde un sentir claro que nos lleve a enfocarnos y utilizar, así, todo el potencial disponible.

Vivir en el momento no significa que no planifiquemos nuestras vidas. Simplemente significa soltar las inquietudes y preocupaciones que nos impiden abrir nuestras alas y descubrir la libertad del vuelo.

Cuanto mas nos enfoquemos en estar en el momento presente, mas podremos sacudir las bases de nuestros miedos subconscientes. Luego, todo el edificio de la auto-desconfianza y separación se desarmara, y en su lugar se enarbolara una estructura de fluidez, confianza, dicha, amor y paz. Abracemos el momento presente, y entonces ya no nos reprimiremos por los limites de nuestro pasado, y nada nos detendrá para alcanzar nuestros sueños.

Y si en este momento la soledad es tu compañera, puedes descubrir en esa relación a tu mejor amiga. Se que tal vez esta idea es inconcebible, pero si estas sintiendo ese vacío, cualquiera que sea la causa, cuando el sentimiento de soledad aprieta el corazón, cierra la garganta, y nos hace meternos para adentro y vivir en pánico y angustia, nos sentimos víctimas del desamor. Y muchas veces este sentir lo tenemos a pesar de estar rodeados de personas, pues nuestros viejos dolores, nuestras protecciones para no sufrir y tantas cosas más, nos hacen impermeables a compartir los afectos.

De este modo no recibimos, no podemos detectar lo que viene hacia nosotros, lo que nos quieren dar, pues ese sentir cierra las puertas.

El estar en conciencia jamás nos permite sentirnos solos. Puedes observar a un niño y ver que juega solo, imaginando cosas, sintiéndose completo dentro de si en cada momento. NO piensa: seria mas feliz si tuviera mas amigos, ellos no piensan así, solo crean su propia entretención.

Todo aquello que necesitas esta dentro tuyo. El estar enfocado en el amor conciencia es estar conectado con la fuente misma del amor, de la inspiración, de la intuición, de una vida plena, en paz, en alegría y sobre todo, en amor. Y una vida en amor es una vida libre de miedos, libre de la esclavitud de las adicciones y la depresión. La vida en amor es un SI en plenitud y libertad, y esta experiencia comienza con pequeños cambios de enfoque, momento a momento, en el SI, en apreciar.

ISHA, autora de POR QUE CAMINAR SI PUEDES VOLAR

miércoles, 22 de febrero de 2012

Para el que mira sin ver, la tierra es tierra no más. Nada le dice la pampa, ni el arroyo, ni el sauzal.
(Atahualpa Yupanqui)

viernes, 17 de febrero de 2012

Entrevista a Daniel Odier, maestro de la vía tántrica cachemir.

Aceptando no ser nada ganamos el mundo

Discípulo de una yoguini. De Lalita Devi, en los Himalayas, recibí la transmisión del tantra shivaísta cachemir que sólo se da de maestro a discípulo.
P-En el tantra se dice que la mujer encarna la potencia.
R-Y el hombre la capacidad de maravillarse. Los cachemires siempre han considerado que las capacidades de las yoguini son más profundas y directas que las de los hombres.
P-Y qué le enseñó?
R-Que somos lo que buscamos; que el universo es el juego de nuestra conciencia. Que no hay ni deshonra, ni purificación, ni divinidad fuera de uno mismo, ni práctica, ni ritual, ni nada que tengamos que alcanzar.
P-¿?
R-Aceptando no ser nada ganamos el mundo.
P-¿Entonces?
R-Devi decía que un solo instante de presencia total valía la lectura de todos los tratados, todos los poetas, todos los filósofos.
P-¿Y cuál es la puerta a la presencia?
R-No hay más ritual que respirar, caminar, mirar la tierra, los árboles, los objetos que nos rodean. Tocar la vida, la realidad, profundamente. No hay nada más que buscar.
P-Me deja paralizada.
R-Cada mañana, al despertar, aún acostado, pongo mi atención sobre la respiración abdominal. Relajo el vientre, como hacen los bebés y los animales. Cuando exhalo, sé que exhalo. Cuando inhalo, sé que inhalo.
...
Salgo a la calle y durante los desplazamientos doy algunos pasos sintiendo la respiración. Durante el día, de vez en cuando, vuelvo a la conciencia de la respiración, relajo profundamente los músculos abdominales. Diez, veinte veces por día.
P-Microprácticas del yoga tántrico.
R-Sí, pero sin olvidar que lo fundamental es experimentar placer con esa presencia, así volvemos a ella una y otra vez, y entonces deja de ser una práctica y se convierte en una forma de gozar plenamente la vida.
P-El gozo, ¿eso persiguen los tántricos?
R-Si la respiración consciente sustituye a la respiración automática cambiará tu forma de comprender el mundo, tendrás la sensación profunda de tener los pies sobre la tierra, y los temores se esfumarán.
P-Hay que tocar el mundo.
R-La piel es nuestro órgano más sensible, el que más nos nutre. Una simple caricia desencadena todo nuestro sistema sensorial. Quien no toca y no es tocado se marchita. Para los maestros cachemires una persona recupera su unidad cuando lo tocan profundamente, sin querer nada, cuando el contacto deja de ser una estrategia sexual.
P-Con presencia y veneración.
R-Me levanto, noto el contacto de mis pies sobre el suelo. Preparo el desayuno, toco la taza, humea, el pan tibio, el cuchillo frío. Me ducho, el agua caliente cae sobre mi piel...
P-Sí, qué gustito.
R-Esta vida de estremecimientos continuos es la del yoga de la atención y la conciencia. Se trata de emerger del automatismo que no me aporta satisfacción alguna.
P-Sentir la realidad de tu vida.
R-Sí, tal como es. Aprender a gozar de los placeres simples nos libra poco a poco de la búsqueda de esos placeres intensos que perseguimos porque nos despiertan del sopor sensorial. Piense que esa agua que está bebiendo le desea, sienta cómo le penetra.
P-Interesante visión del deseo.
R-Para los tántricos el deseo es la vida misma. Uno de sus textos más antiguos dice: "El deseo existe en ti como en todo. Advierte que se encuentra también en los objetos y en todo aquello que la mente pueda percibir".
P-¿Debo sentir que todo me desea?
Sí, el agua que bebes, la nieve, la lluvia, el sol... No tocamos de la misma forma una taza de café que nos desea, ni miramos igual una flor que nos desea. Establecemos una relación extremadamente sutil con los objetos y dejamos de ser unos depredadores que quieren apropiarse de todo lo que desean.
P-Es un buen vínculo con la vida.
R-La presencia, la atención desnuda, es suficiente para acabar con lo que obstaculiza la fluidez de la vida. Si dejas, como una yoguini, que todos tus sentidos se estremezcan con cada sensación, la satisfacción será continua y profunda y te llevará a la alegría.
...
Basta tomar conciencia unos segundos. Cuando te despiertes entra en tu cuerpo (observa los latidos del corazón, las tensiones, la puesta en marcha de la mente). Luego, conscientemente, abandona la atención y vuelve a conectar el automático. Más tarde, al caminar con los pies descalzos, estate presente en cinco o seis pasos, luego retira la atención. Al salir de casa, durante unos segundos, presta atención al cielo y, tras una pausa, a los movimientos de tu cuerpo.
P-Lo intentaré.
R-Hazlo 50 o 60 veces por día durante quince segundos. No aumentes la duración de las prácticas, sino su cantidad. Todas las veces que logras captar la vida en su inmediatez, tu respiración se relaja en armonía. Si puedes obtener el placer que da la presencia, tu alegría ya no dependerá de circunstancias esperadas, sino de la simple realidad...
Dicen que el tantra guarda un secreto.
... Tu entorno será tocado mucho más profundamente por tu presencia que por tu discurso. Si perseveras en esta práctica, descubrirás que ya no hay práctica, simplemente placer, ese es el secreto tántrico.
Entrevista a Daniel Odier, maestro de la vía tántrica cachemir. Publicada en La Contra de la Vanguardia por Ima Sanhís el 14 de febrero de 2012

jueves, 16 de febrero de 2012

Meditación, la psicoterapia que más crece

Una técnica en auge se convierte en la más popular en los Estados Unidos. Aunque todavía faltan evidencias sólidas sobre su utilidad, entre los profesionales hay cada vez un mayor interés en ella.
El paciente estaba sentado, con los ojos cerrados, sumergido en el ritmo de su respiración; después de un rato, notó que estaba pensando en la relación problemática que tenía con su padre. "Estuve allí, presente con el dolor", acotó, al terminar su sesión de meditación. El terapeuta explicó: "Eso fue la aceptación, el dejar ser, sin tratar de cambiar nada".
Este ejercicio, centrado en la conciencia y en la revisión de emociones, se ha convertido en la técnica psicoterapéutica más popular de la última década. La meditación consciente tiene sus orígenes en las enseñanzas del siglo V a.C. del príncipe indio Siddhartha Gautama, más tarde conocido como Buda.
Durante años, los psicoterapeutas trabajaron aliviando el sufrimiento de las personas y reencuadrando el contenido de los pensamientos del paciente, alterando directamente su comportamiento o ayudándolo a entender los orígenes subconscientes de su desesperanza y su ansiedad. La meditación consciente puede ayudarlos en un nivel al que las palabras no pueden llegar.
Hay quienes sostienen que el arribo de Buda a la psicoterapia es una señal de apertura cultural, una forma de acceder a un curación más profunda. Sin embargo, la evidencia de que la meditación consciente ayuda a mejorar síntomas psiquiátricos es muy poca y, en algunos casos, hay estudios que sostienen que no mejora, sino que empeora.
"Creo en la posibilidad de que esta meditación sirva y que debe ser estudiada -sostiene Scott Lilienfeld, psicólogo y profesor de la Universidad de Emory-. Lo que me preocupa es la publicidad que la rodea: eso de cambiar el mundo, la tendencia que se da en el campo de las psicoterapias a cultivar gurúes."
La meditación llegó a la psicoterapia desde la medicina universitaria. En los 70, un graduado de biología molecular, Jon Kabat-Zinn, adaptó una versión de las prácticas de meditación que podía aprenderse y estudiarse fácilmente.
En la meditación trascendental, los practicantes intentan trascender o "perderse" a sí mismos. El objetivo de la meditación consciente es otro: impulsar la conciencia de cada sensación tal como se desarrolla en el instante.
Kabat-Zinn le enseñó su práctica a personas que sufrían dolor crónico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. En los 80 publicó una serie de estudios que mostraban que un curso de dos horas por semana, durante ocho semanas, reducía el dolor crónico con más eficacia que el tratamiento convencional.
Se corrió la voz discretamente, al comienzo. "Creo que en ese entonces otros investigadores tenían que ser muy cuidadosos acerca de esto, porque no querían ser tomados como excéntricos New Age", dijo Kabat-Zinn.
Marsha Linehan, psicóloga de la Universidad de Washington que trataba a pacientes muy problemáticos con historiales de suicidio, fue una de las pioneras. "Las terapias conductistas sólo los empeoraban -dijo-. Con los problemas realmente graves, se necesita otra cosa, algo que permita a las personas tolerar estas emociones tan fuertes."
En los 90, Linehan publicó estudios que probaban que una terapia que incorporaba la conciencia del budismo zen -la "aceptación radical"- disminuía significativamente el riesgo de hospitalización y suicidio en pacientes de alto riesgo.
En 2000, un grupo de investigadores del Consejo de Investigaciones Médicas, de Inglaterra publicó un estudio que demostró que ocho sesiones semanales de meditación consciente disminuían a la mitad las recaídas en personas con tres o más episodios de depresión.
La meditación consciente es fácil de describir: siéntese en una posición cómoda, con los ojos cerrados, preferentemente con la espalda derecha y sin respaldo. Relájese y tome nota de sus sensaciones, estados de ánimo y sonidos. Repare en ellos, pero sin juzgarlos. Deje que su mente se aquiete al ritmo de su respiración. Si vaga, redirija su atención a la respiración. Manténgase así por lo menos diez minutos.
Después de dominar el control de la atención, dicen algunos terapeutas, una persona puede enfrentar mentalmente ideas problemáticas o amenazantes, y aprender a soportar la ira o la tristeza, y dejarlas pasar, sin tratar de cambiar los sentimientos, algo que frecuentemente complica más las cosas.
Sin embargo, los científicos subrayan que los estudios sobre la meditación consciente están en su infancia. Un amplio trabajo publicado el año pasado halló que las investigaciones son todavía muy preliminares como para sacar conclusiones.
La pregunta, según Linda Barnes, profesora de la Universidad de Boston, es si esta clase de meditación se convertirá en una técnica terapéutica valiosa o si terminará siendo otro cliché de autoayuda. "La respuesta es afirmativa en ambos casos", opina.

Benedict CareyThe New York Times
Sábado 31 mayo 2008
Yo simplemente estoy compartiendo mi visión,
mi alegría.
Y estoy disfrutando con ello.
Y cualquiera que quiera disfrutarla conmigo,
es bienvenido.
(Osho)

miércoles, 15 de febrero de 2012

La mente tiene que seguir dando vueltas para mantener unida tu visión de la realidad. Como la realidad personal está creada por la mente, puede ser una realidad negativa o una realidad positiva. Puedes ver el mundo como un enemigo o como un amigo.


Una realidad positiva es mucho más agradable, por supuesto, que una realidad negativa. Lo cierto es que a través de una realidad positiva es como vislumbras lo que está más allá de la realidad creada por la mente, lo que no necesita ser creado por la mente, aquello en lo que surge toda creación.


Estar dispuesto a descubrir lo que es anterior a tu realidad personal, lo que no depende de tu realidad personal, lo que ya es y no requiere práctica, apoyo o creencia para ser, es madurez espiritual.


La madurez espiritual permite que el satsang aparezca en tu mente. En tu mente oyes la llamada, ¡Despierta! ¡Despierta! ...Ríndete a esa llamada.


La rendición mental es reflexión, dejar descansar la mente, no pensar.


Reflejar significa renunciar a todas las consideraciones, a todos los cálculos, a todas las medidas y quedarse quieto. Una mente que refleja esta manera está alerta y sin embargo descansa, está abierta. Entonces, de una manera muy natural, inesperada y misteriosa, surge aquello en lo que se refleja.




GANGAJI.

La vía de Douglas Harding

Por J. C. Amberchele


Habíamos finalizado un corto periodo de meditación, y uno de los hombres había comenzado una discusión del significado de "vacío", que tenía el efecto de abrir este embrollado asunto por todos conocido: a continuación tuvo lugar una discusión trivial, la cual, desde que esto es una prisión, pronto se transformó en una pelea. Mejor volver a la meditación, pensé, sigue la respiración, sin embargo nadie estaba de humor. La discusión continuó, pensé marcharme, pero entonces recordé las palabras de Harding sobre este Espacio Aquí, Capacidad incluso para la discusión, y recordé los ejercicios.

Los ejercicios son increíblemente simples y completamente radicales. El hecho es que son a la vez simples y radicales, así es como diría que son, aunque cuando me tope con ellos por primera vez en los libros de Harding tuve que reírme, eran tan disparatados. Entonces los entendí, "lo pillé", como dicen ellos, sabía que estaban seÑalando en la dirección correcta mientras que el resto del mundo no.

Entonces me levanté, los demás me miraron; comencé la meditación en movimiento, andando alrededor de nuestro pequeño círculo de sillas, pronto los demás se me unieron. La idea es no decir ni una palabra, mantener tus pensamientos a mínimo, enfocando tu atención a las sensaciones de tus pies mientras caminas, pero esta vez pedí a todos que olvidaran todo lo que alguna vez les había sino enseñado, como si hubiesen acabado de nacer en esta habitación y se encontrasen con que todo es nuevo y desconcocido. Les pedí que llevasen su atención al Ahora, Ahora, Ahora, como si pasado y futuro fueran pensamientos en los que no se podía pensar. Recordé el relato de Harding sobre su viaje en coche, observando como los postes telefónicos se deslizaban delante de él mientras él permanecía inmóvil, entonces pedí a cada uno hacer lo mismo, por ejemplo, pretendiendo que era la alfombra la que se movía, no ellos, mirar como las paredes y las sillas se deslizaban, la habitación se balanceaba locamente mientras ellos daban vueltas.
Esto provocó unas cuantas risitas. Después de un minuto o dos, nos sentamos otra vez y pedí al grupo que señalara al techo, que prestasen atención a lo que sus manos y dedos estaban señalando, en este caso las baldosas del techo y las instalaciones de la lámpara. Entonces uno tras otro, señalamos a la pared, al suelo, a nuestro regazo, nuestro pecho, fijándonos cada vez, que esto era un objeto (nuestra mano) seÑalando a otros objetos, con sus diversas cualidades descriptivas. Por fin seÑalamos al lugar desde el cual miramos, entonces repetí las preguntas que Harding siempre hacía: "Si dejas a un lado tu condicionamiento, dejas todo lo que alguna vez has aprendido y procedes sólo con la evidencia presente, ¿Qué es eso que ahora seÑalas?: ¿es un objeto opaco, redondo, separado, sólido, que se relaciona con esas cosas de ahí fuera? ¿o más bien estás apuntando a el Espacio para esas cosas, Capacidad? ¿no es este Espacio ilimitado, inmaculado y totalmente transparente? ¿no es Capacidad ilimitada en recibo de la habitación y lo que estás mirando? ¿No está despierta, y encuentras ese Despertar en ninguna parte del mundo excepto Aquí?
Nadie dijo ni una palabra. No teníamos ningún espejo ni ninguna cartulina con agujeros o bolsas de papel para los otros ejercicios. Antes de que todos ellos saltarán sobre mí, me figuré que podíamos tratar con la confrontación - algo con lo que los prisioneros estamos familiarizados - emparejándonos y sentándonos uno delante del otro. Los experimentos del "cara a no-cara" de Harding supone que tienes que tener una bolsa normal de supermercado con el fondo cortado, así que los dos extremos estén abiertos. Uno coloca al final del extremo su cara y el otro hace lo mismo en el otro extremo. La idea generalmente aceptada es que la parejas están confrontándose la una a la otra dentro de la bolsa, cara a cara. Esta es la forma normal en que nos relacionamos con los demás. Pero la pregunta de Harding se revela distinta: "Olvidando todo lo que alguna vez te han dicho, y sólo basándote en la evidencia presente ¿Cuántas caras exactamente son dadas? ¿estás cara a cara, o es cara allí y Espacio Aquí? ¿Estás confrontando a esa persona, o es Capacidad aquí para la otra persona allí? ¿no es cierto que no tienes nada aquí, ni siquiera una mota, con la cual mantener esa persona fuera? €no eres ilimitado, transparente, vacío en este extremo y al mismo tiempo no estás llenado con la persona que tienes delante de ti, así que en cierto modo tú has muerto en este extremo y has sido resucitado como la persona allí? ¿no estamos construidos de esta manera, para morir en favor de los otros? ¿ no es esta la base del amor?"

Bueno, te puedes imaginar lo que esperaba de mis compañeros de presidio, sin embargo me sorprendieron. Lo que oí fue, "¡Caray!" y carcajadas y más "¡Caray!" No sé si lo pillaron, pero algo sucedió en esa habitación, igual sólo a mí, o debería decir, al el Espacio de este extremo, la Capacidad que siempre está Aquí, siempre llena con lo que está ahí fuera. Salí de aquella reunión sabiendo, con la certeza de la experiencia, que Quien era Realmente está siempre disponible, siempre a un ejercicio de distancia.

Así que regresé a mi celda observando como pasaban las aceras, las alambradas y los edificios, mientras yo permanecía inmóvil, como siempre he estado. Para recordarlo sólo tenía que apuntar con mi dedo al lugar desde donde estoy mirando y necesitar sólo de la imagen de una cara para saber que el final de la confrontación está Aquí. Me dí cuenta de algo más cuando salí de aquella reunión: que todo lo que pasaba deslizándose no era otro que Yo; estaba, por increíble que parezca, caminando a través de Mi mismo, asombrado a cada paso que daba.

Quiero dar las gracias a Douglas Harding. Estoy agradecido por su sabiduría, que es, desde luego, mi sabiduría y la sabiduría de todo el mundo, tanto si nos damos cuenta de ello como si no. Estoy agradecido por todo lo que da vueltas y pasa y el presente en sí mismo, y por todos los rostros en cuyo favor estoy construido para desaparecer. Incluida esa curiosa cara, ahí fuera en el espejo.

sábado, 11 de febrero de 2012

Elige este preciso instante, ahora mismo, y piensa en él como si fuese todo el tiempo que existe. (Un Curso de Milagros)

viernes, 10 de febrero de 2012

¿Sin juzgar?

"El objeto o situación es lo que es. ¿Podemos verlo con la atención desnuda y abierta en el momento mismo de la percepción y cobrar conciencia de la cascada de pensamientos, sentimientos, gustos, disgustos, juicios, deseos, recuerdos, expectativas, temores y reacciones de pánico que siguen como la noche al día, al contacto original?


Si pudiéramos, aunque sólo fuese durante unos instantes, descansar simplemente en la percepción de lo que se halla ante nosotros y prestar atención plena al momento del contacto, nos daríamos cuenta del desencadenamiento de pensamientos que, independientemente de que sean positivos, negativos o neutros, provocan la experiencia, y tal vez podríamos decidir entonces no aferrarnos a ella sino permitir, por el contrario, que se despliegue sin perseguirla ni rechazarla. En ese caso, la irritación no tardaría en disolverse, porque la reconoceríamos como un simple fenómeno mental que aparece en la mente. Cuando prestamos una atención plena en el momento y el punto de contacto, podemos descansar en la apertura de la percepción pura, sin quedarnos atrapados en el dominio del pensamiento o en la corriente del desasosiego emocional que, obviamente, sólo generan más inquietud y turbulencia mental y nos impiden apreciar la realidad desnuda de lo que es y responder, en consecuencia, de un modo más eficaz y más auténtico."




(Jon Kabat-Zinn)

Miedo

"Estamos tan acostumbrados a quedarnos absortos por el futuro y el pasado que habitualmente carecemos de toda conciencia del instante presente."
"No queremos enfrentarnos a lo atemporal."
"Nos olvidamos de que, en todos en cada uno de los momentos de nuestra vida, tenemos la posibilidad de ejercitar la práctica "informal" de la atención plena."

(Jon Kabat-Zinn, "La práctica de la atención plena").

"La rutina cae, y la angustia aparece. Y ése es el momento de despertar y enfrentarse al Miedo de otra manera. Pero sí la persona no puede, entonces recae en el ensimismamiento ( no puede despertar).
"¿No ha estado tu viaje marcado tanto por el miedo como por la plenitud?
"Con la primera intuición del despertar, sentiríamos el Miedo de la soledad y la separación. Pero no volveríamos atrás, a nuestro antiguo sueño, sino que lucharíamos contra el Miedo."
"Se resisten a la transformación pues sienten que importantes valored de la vieja perspectiva se perderían para siempre." (la lógica pierde terreno en favor de la intuición, y es algo que la mente, el Ego, no quiere y nos envía sentimientos de Miedo.
"El gran goce de la vida consiste en abandonarse a la Existencia, en encontar la verdad específica que nos es propia."

"Cada persona debe vivir la Experiencia del Valle en soledad." *

(James Redfield, "La undécima revelación)

* Cada persona debe vivir su propio renacer, en soledad. Pero la soledad nos da miedo. El propio renacer nos da miedo... Vivimos una vida basada en el miedo, siguiendo una y otra vez las pautas de lo conocido, las pautas de lo comúnmente aceptado y buscado. Buscamos a través de pautas ya establecidas; porque en lo más profundo está arragaido el miedo: el miedo a la soledad, a la locura, al cambio, al increible "Darse cuenta" .
Rehusamos despertar a la conciencia. A la mente le da un miedo atroz el que nos demos cuenta de que nos controla, y más aún, de que nos demos cuenta de que podemos invertir el proceso. A la mente se aterroriza el que nos demos cuenta de la Verdad:

de que: "El gran goce de la vida consiste en abandonarse a la Existencia."

jueves, 9 de febrero de 2012

En ocasiones los ruidosos visitantes ocasionaban un verdadero alboroto que acababa con el silencio del monasterio.
Aquello molestaba bastante a los discípulos; no así al Maestro, que parecía estar tan contento con el ruido como con el silencio.
Un día, ante las protestas de los discípulos, les dijo:
El silencio no es la ausencia de sonido, sino la ausencia de ego.
Anthony De Mello
La atención plena
Cuantos libros se habrán escrito sobre la atención, sobre la meditación, sobre el ahora o la percepción directa y sin embargo uno tiene la sensación que apenas hay claridad al respecto de cuestiones tan básicas como la observación.La atención es un estado de observación y si hay algo que el ser humano hace en todo momento es estar observando o estar atento. Estamos atentos a lo que estamos haciendo, estamos atentos a lo que sucede a nuestro alrededor, estamos atentos a nuestros pensamientos, estamos atentos a nuestras sensaciones e incluso estamos atentos a nuestras distracciones.
La atención es algo así como un estado mental, psicológico, o como una actitud que permite ser conscientes de la información que nuestros sentidos reciben, así como de los pensamientos y sentimientos que surgen y de lo que estamos haciendo.
La atención es como la conciencia de lo que percibimos. Uno puede estar percibiendo algo que está ocurriendo enfrente suyo o en su interior y sin embargo no ser consciente de ello.
Desde un punto de vista cuantitativo la atención permite darnos cuenta de lo que percibimos como un conjunto de sucesos u objetos, pero si la atención está siendo utilizada de forma condicional entonces quizás solo seamos conscientes de una pequeña parte de todos esos sucesos que nuestro cerebro es capaz de percibir. Si yo estoy discutiendo con una persona de forma acalorada en una cocina puede que no nos demos cuenta que está quemándose la comida en el fuego.
Desde un punto de vista cualitativo la atención permite darnos cuenta de lo percibimos como un conjunto de hechos, pero si la atención está siendo utilizada de forma condicional entonces estaremos confundiendo los hechos que percibimos como ideas que no tiene realidad objetiva. Si yo siento dolor porque una persona me ha insultado, creer que la causa del dolor es la otra persona es un error de percepción pues la causa directa es el propio pensamiento en conjunción con la imagen que uno tiene de si mismo.
Percibir es inherente a la condición biológica del ser y es una función que permite comunicar el órgano central del organismo con el propio organismo y con todo aquello que es externo a él mismo. Percibir es a la conciencia como la atención es a la consciencia.
Hasta aquí solo hemos tratado de limitar el significado de las palabras hablando de cuestiones funcionales que son asumibles por cualquier persona pues todo el mundo observa, está atento y percibe.
¿Por qué unas personas parecen estar más atentas o tener una mayor capacidad de atención que otras personas?
Sencillamente porque hay personas que en lugar de estar interesados en la gran cantidad de información que nos brinda la percepción, solamente estamos interesados en una parte de esa información que creemos relevante.
No tenemos atención plena de la realidad que surge en cada instante porque la hemos sacrificado en poner una atención sesgada a modo de concentración sobre determinados sucesos de dicha realidad. Creemos que poniendo atención sobre determinados aspectos relevantes de la realidad conseguiremos mejor nuestros objetivos o intereses a costa de sacrificar parte de nuestra percepción.
Una de las principales funciones de la atención es la supervivencia: distinguir, o discernir, posibles amenazas (sensación de hambre, caerse una teja) y recursos vitales (frutos en un árbol, un refugio para cobijarse de los rayos).
La atención es un potencial de energía en todo ser humano, que cada persona administra según sus intereses o intenciones. Sería importante distinguir quién o qué determina nuestros objetivos o intereses porque si nos equivocamos en esos objetivos puede que estemos poniendo en riesgo nuestra supervivencia.
La atención plena de alguna forma pone en entredicho o cuestiona nuestros propios intereses o intenciones, nuestras valoraciones y prejuicios, nuestras identificaciones o rechazos, nuestras ideas y en definitiva supone reaprender o desaprender lo aprendido y a la vez aprender, descubrir y profundizar en la realidad presente.
La atención plena no puede confundirse como un medio para conseguir un fin ya que la atención plena es un fin en sí mismo. No es algo que pueda ser practicado con el objeto de relajarnos o conseguir vencer al estrés o a la depresión, sino que es una práctica en sí misma en la medida en que la descubrimos, es decir, la atención plena no puede ser un objetivo psicológico (deseo, meta, logro, etc.) ya que es una función biológica. Eso no quiere decir que la atención plena no tenga consecuencias pero dichas consecuencias no pueden instrumentalizarse pues sería como querer construir una nave espacial para después recorrer cien metros.
Para despertar o redescubrir la atención plena uno ha de darse cuenta de la importancia de desligar o liberar a la atención de los objetivos psicológicos ya que estos condicionan o limitan dicha atención. La atención plena no tiene intención ni preferencia en lo que observa sino que es más bien como un constatar que las cosas son, que las cosas suceden, que las cosas pasan, que las cosas cambian, etc.
Los deseos, metas o logros requieren una atención focalizada en el objeto que se quiere alcanzar y dicho proceso produce una cierta insensibilidad de gran parte de los acontecimientos que ocurren ya que hay una ocupación. Cuando dicha ocupación adquiere tintes neuróticos entonces nuestra vida es una preocupación continua que va de un asunto a otro esperando que las cosas ocurran de una forma predeterminada. Si voy corriendo por la calle preocupado por llegar a la hora a un lugar determinado, puede que no me dé cuenta que alguien necesita de mi ayuda en ese momento.
La atención plena es una actitud ante la vida que nos permite ser conscientes de lo que está sucediendo, del hecho en sí mismo, sin necesidad de alterarlo o evadirnos física o psicológicamente de él. Esto tiene una consecuencia enorme porque si uno está total y completamente atento a lo que sucede sin interferencia del observador que es uno mismo, entonces existe una gran energía que se despliega en el instante presente y en los hechos que están sucediendo.
Observar, escuchar, sentir, o describir lo que sucede nos acerca al hecho y por ello es parte de la atención pero analizar o racionalizar lo que sucede nos aleja del hecho y por ello no es atención en absoluto.
En la percepción de los hechos no hay ni evaluación, ni comparación, ni aceptación, ni rechazo. Los hechos son como son en el instante en que son percibidos y cabe la posibilidad que un instante después sean diferentes lo cual da una percepción de su naturaleza en movimiento. Uno de los errores que cometemos es pensar que necesitamos aceptar lo que sucede para poderlo observar y no nos damos cuenta que aceptar tiene una connotación de inmovibilidad, de conformismo, de amoldamiento, lo cual no permite que ello pueda cambiar y ser observado en movimiento.
La atención es una actitud que actúa sobre los sentidos o sobre el pensamiento. Cuando la atención se pone sobre el cuerpo puede producir una sensación de relajación y cuando se pone sobre el pensamiento puede producir serenidad. Teniendo en cuenta esa relajación y serenidad uno puede poner atención de una forma más precisa a lo que es, a lo que está sucediendo, a la relación y entrar en una forma de atención plena que es meditación.
En la meditación se dan el discernimiento y la comprensión.
Relajación es un estado corporal, serenidad es un estado mental, meditación es un estado de quietud donde hay relajación, serenidad y atención plena.
A la relajación se llega prestando atención al cuerpo. La serenidad es una especie de relajación mental que se llega comprendiendo nuestra inestabilidad psíquica. La meditación es un estado del ser donde el observador y lo observado son una misma entidad objeto de observación.
En realidad todas estas cuestiones no pueden ser teóricas o intelectuales. Son hechos observables en cada uno de nosotros mismos con independencia de que les pongamos un nombre u otro. Es importante prestarle atención y profundizar en ello pues de esa forma podremos despertar cierta sensibilidad que nos permita ver la realidad más allá de nuestras ideas. La comprensión intelectual es una forma sofisticada de bloqueo para no deshacernos de nuestros compromisos e intereses y por esa razón no es comprensión alguna.
Percepción, observación, atención y meditación son aspectos de nosotros mismos que nos hacen conocernos y permite adentrarnos en el terreno de lo conocido, o de lo que creemos conocer, descubriendo su verdad o su falsedad.
(Goyo, "Amor a la verdad)
¿Qué sucedería si las personas en lugar de guiar nuestras vidas casi exclusivamente por la experiencia y el conocimiento también despertáramos esa capacidad de observación que nos permita vivir más de acuerdo con los hechos que con las ideas?
No es cuestión de especular como cambiaría el mundo, y todas esas cosas que podríamos imaginar, sino ver si somos capaces de darnos cuenta de la repercusión que tiene el hecho de la observación y el ser consciente de lo que uno es.
¿Qué es la observación?, es una cualidad que nos permite vernos y ser conscientes de lo que somos. Si queremos conocernos es lógico que debemos prestar atención a lo que pensamos, a lo que sentimos y a lo que hacemos y por lo tanto la observación tiene ese aspecto de la atención y del ser conscientes de lo que percibimos.
Sin embargo si mientras nos estamos observando emitimos juicios o nos reprimimos o nos controlamos eso no permitirá una verdadera observación. Quizás es necesario entender en profundidad que la observación no tiene un fin ni un propósito de cambiar lo que somos sino simplemente el conocernos y un aspecto importante de nosotros es observar nuestros intereses y propósitos sin ningún propósito.
¿Qué es lo que un ser humano aprende si experimenta esa cualidad de la observación?, quizás sea fácil de decir con palabras pero ciertamente es difícil de entenderlo si no se experimenta. En la observación lo primero que uno aprende es que está unido a lo que observa, que no hay separación entre el observador y lo observado.
Si uno observa su propio miedo, no existe uno que observa y el miedo sino que uno es el propio miedo, y haga lo que uno haga es producto del miedo.
Si uno observa el miedo de una persona, no existe mi miedo y el miedo de la otra persona sino que es el mismo miedo que ambos compartimos y si no lo vemos así quizás sea por miedo.
En la observación uno no se encuentra separado psicológicamente de lo que observa y por consiguiente en la observación se establecen relaciones de afecto, de cuidado, de respeto y de amor.
En la observación uno aprende también que el pensamiento unido a la memoria nos hace vivir reaccionando según prejuicios, heridas o experiencias del pasado y uno aprende que es el propio pensamiento de uno quien nos hace sufrir. En ese aprender surge, sin necesidad de desearlo, una transformación pues el pensamiento ya no tendría ese lugar preponderante de observador.
La observación nos permite ver los límites del conocimiento y darnos cuenta que el conocimiento no solucionará ningún problema de relación ni nos ayudará a comprender los aspectos psicológicos de nuestra existencia.
Cuando uno está atentamente observando no hay ese sentimiento de saber, más bien hay una sensación de curiosidad, de inocencia, de estar viendo por primera vez lo que se observa y es de ahí de donde resurge esa percepción de unidad, de soledad infinita donde únicamente existe la totalidad indivisible de la que todos formamos parte.
La inteligencia es la acción de la observación, es el ver y el hacer unidos sin que en ello intervenga el tiempo.
El misterio de la vida está en nosotros mismos, somos nosotros mismos, podemos descubrirlo con la observación, siendo conscientes de lo que somos y aprendiendo a conocernos en la relación mientras la vida nos transforma.
No podemos predecir los cambios en la vida, nadie puede sentir lo que aún no ha sucedido, pero si vivimos en observación morir y nacer tendrá un significado tan transformador que nadie podría reconocerse o tener conciencia de lo que fue.
La humanidad ha de darse cuenta que el conocimiento tiene sus límites y que la observación ha de despertarse para que el ser humano encuentre ese gran misterio que es la vida, que es el amor.
(De Goyo, "Amor a la Verdad" )
La libertad comienza cuando te das cuenta
de que no eres «el pensador».
En el momento en que empiezas a observar al pensador,
se activa un nivel de conciencia superior.
Entonces te das cuenta de que hay un vasto reino
de inteligencia más allá del pensamiento,
y de que el pensamiento
sólo es una pequeña parte de esa inteligencia.
También te das cuenta de que todas las cosas
verdaderamente importantes
—la belleza, el amor, la creatividad,
la alegría, la paz interna—surgen de más allá de la mente.


EMPIEZA POR ESCUCHAR LA VOZ QUE HABLA DENTRO DE TU CABEZA, y hazlo tan frecuentemente como puedas. Presta una atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo, a esos viejos discos de gramófono que pueden haber estado dando vueltas en tu cabeza durante años.
Esto es lo que llamo «observar al pensador», que es otra manera de decir: escucha la voz dentro de tu cabeza, mantente allí como presencia que atestigua.
Cuando escuches la voz, hazlo imparcialmente. Es decir, no juzgues. No juzgues ni condenes lo que oyes, porque eso significaría que la misma voz ha vuelto a entrar por la puerta de atrás.
Pronto te darás cuenta de esto: la voz está allí y yo estoy aquí, observándola. Esta comprensión Yo soy, esta sensación de tu propia presencia, no es un pensamiento. Surge de más allá de la mente.
Así, cuando escuchas un pensamiento, no sólo eres consciente del pensamiento, sino también de ti mismo como testigo del pensamiento. Ha hecho su aparición una nueva dimensión de conciencia.
(E. Tolle)

miércoles, 8 de febrero de 2012

La vida sólo es real cuando estamos despiertos, sólo entonces tenemos la posibilidad de liberarnos de nuestras ilusiones, de nuestras enfermedades y de nuestro sufrimiento individual y colectivo.
Lo importante no es la meta, es el camino.
La vida es lo que nos ocurre durante este viaje.
¿No ha advertido acaso que, la mayor parte de las veces, actuamos como si hubiera una gran diferencia entre "ahí fuera" y "aquí dentro", cuando lo cierto es que nuestra experiencia corrobora la ausencia de toda frontera y aun de toda separación entre ambos dominios?
Las ramas más modernas de la medicina han puesto de relieve la existencia de profundos recursos innatos a los que todos podemos acceder, en cualquier momento, para aprender, crecer, curarnos y transformarnos. Y la puerta de acceso a esos recursos se encuentra en el "aquí" (estemos donde estemos) y en el "ahora" ( sea éste cual sea).
El hecho de estar presentes es un auténtico regalo y cuando empezamos a hacerlo, suceden cosas en verdad extraordinarias.
Es deseable desarrollar una conciencia más amplia y espaciosa de nuestro corazón y de nuestra mente, y habitar en ellos.
Restablecer el contacto con los sentidos no es un trabajo que requiera tiempo, porque sólo consciste en estar presentes y despiertos aquí y ahora, pero también es, paradójicamente, un compromiso vital que debemos emprender "durante toda nuestra vida", en todos los sentidos de la expresión.
Meditar consiste simplemente en prestar atención a la vida como si en verdad importase.

(Jon Kabat-Zinn. "La práctica de la atención plena")
"Quizás, cuando ya no sepamos qué hacer,
emprendamos nuestro auténtico trabajo y,
cuando ya no sepamos a dónde ir,
iniciemos nuestro auténtico viaje."
(Wendell Berry)